lunes, 21 de noviembre de 2011

¿Y si cae de canto?

Mucho podría decir sobre la aplastante victoria del PP en las elecciones generales pero mis críticas más que hacia el PP van a ir a esa gente que vota, sin saber ni si quiera una propuesta de su partido.

El PP es un partido que a mi no es que me haga mucha gracia (por no decir que me da asco), pero puedo entender que gane las elecciones después de estos últimos años del PSOE. Lo que me da rabia no es que gane el PP ni que lo haga por mayoría absoluta, lo que no soporto es que lo hayan hecho sin hacer política. Quiero decir, de toda la gente que ha hecho que los populares ganen, estoy seguro que ni el 30% puede decirme tres propuestas que tenga pensadas para el futuro y un 10% seguramente no sería capaz de decirme ni una. 

El PP realmente ha hecho lo que tenía que hacer: esperar. La victoria era más que evidente, de forma que en lugar de intentar ganar votantes lo que han intentado es no perderlos. Pensándolo bien, ¿cuantos votantes podrían haber perdido si hubiesen dicho todo lo que tienen pensado en cuestión del matrimonio homosexual, del aborto, de la inmigración, de los recortes que tiene pensados hacer, de las privatizaciones? ¿Realmente les merecía la pena hablar de todo esto? Obviamente NO. Lo único que ha tenido que hacer Mariano Rajoy los últimos meses es sentarse en su sofá con uno de esos puros que tanto le gustan y esperar, andar con pies de plomo para no patinar en ninguna declaración y esperar.

Por eso es por lo que me da mucha rabia que la gente haya votado sin saber. Es lo que pasa con el bipartidismo: El PSOE lo hace mal, entonces hay que votar al PP; el PP lo hace mal, entonces hay que votar al PSOE; los dos lo hacen mal, pues a cara o cruz pero siempre PP o PSOE. Yo personalmente estoy esperando el día en el que la moneda caiga de canto.

Si miramos la parte positiva, son 27 escaños menos, los que ocupan entre el PP y el PSOE respecto a las elecciones del 2008 y 13 los partidos políticos representados en el parlamento en comparación a los 10 que habías hasta ahora. Mucha gente puede decir que eso da igual si el PP tiene mayoría absoluta,  yo prefiero pensar que es más la gente que se verá representada en el parlamento y que es menos la gente que vota moneda en mano. No se, la verdad es que ahora estoy intentando buscar cosas positivas de estas elecciones por todos lados y aún así, me cuesta.

Simplemente acabar deseando suerte al Partido Popular (que la va a necesitar, y mucha) y que ojala lo haga  bien aunque difícil lo tiene.

Que Dios nos pille confesados!

martes, 8 de noviembre de 2011

Cuando la realidad supera la ficción


¿Cuántas veces hemos visto en las noticias algo que hemos creído que no era verdad?  Hay veces que simplemente no creemos que a nadie le puedan pasar. Otras veces pensamos que esas cosas solo ocurren en las películas o en lugares lejos de nuestro entorno. Pero llega un día en el que esas cosas “de película” le ocurren a un amigo tuyo (o a ti mismo), ese día las cosas cambian.

Cuando esa persona te cuenta ciertas cosas que jamás pensaste que podrían ocurrir empiezas a creerte todo lo que pasa e incluso a tener algo de miedo. Tengo que reconocer que yo siempre he sido de los que decía eso de “eso no me va a pasar a mí, está claro” (creo que no soy el único).

Cuando a un amigo le ocurre alguna de esas cosas son varias las etapas que pasas (supongo que las misma que las suyas pero en menor medida). Primero simplemente no piensas nada, no sabes cómo reaccionar, te quedas blanco, no hay reacción. Justo después tienes un momento en el que crees que es broma lo que te cuentan, es mentira, “no me lo creo”. Cuando ya lo asimilas te pones en su lugar e intentas entender lo que piensa (pocas veces se le llega a entender al 100%). Más tarde intentas ayudar en lo que sea. Y por último te paras a reflexionar sobre lo que antes he comentado y piensas “eso me puede pasar a mí”.

No sé, hay sensaciones que no se pueden explicar, hay muchos tipos de miedos pero este es uno de los peores, o por lo menos a mí me lo parece, el miedo  a la inseguridad. Creo que el pensamiento de que nada malo nos puede pasar, lo tenemos simplemente  con el único fin de “autoengañarnos” y sentirnos seguros con nuestra vida. ¿Qué pasa cuando este pensamiento desaparece? Entonces te paras a pensar en que todo es posible, tanto para lo bueno como para lo malo. Al principio está claro que piensas en todo lo malo que puede pasar y que nunca pensaste y realmente te entra el miedo. Pero luego (por lo menos en mi caso) piensas ¿Y todo lo bueno que nunca pensé que podía pasar? Aunque pocas veces eres capaz de pensar más cosas positivas que negativas por ese temor que te entra. No digo que lo empieces a pensar para siempre, simplemente que te paras a pensar durante un tiempo en ello.

Tengo que reconocer que no sé muy bien cómo acabar esta reflexión. Simplemente decir que (aunque no creo que lo leas) mucha suerte y mucho ánimo amigo.