miércoles, 1 de agosto de 2012

Caminante

Ya por fin asentado en Bilbao después de 150km andando hacia Santiago de Compostela y un día antes de irme a Alicante a escuchar un poquito de música.

El caso es que me acabo de volver del mejor viaje de mi vida (junto con aquel interrail). Después de un año vuelve a salir un viaje de esos que tanto me gustan, mochila al hombro y carretera. Ya en casa haciendo la mochila no piensas en el cansancio del camino ni en lo que te espera, si no que simplemente piensas en el viaje. Llegas a la estación de tren y te recorre un escalofrío por el cuerpo recordando, mochila al hombro, aquellos 23 días de tren en tren por Europa. 

Ya el primer día duermes en el suelo y sin esterilla pero da igual, a la mañana siguiente tienes que ponerte a andar. La primera etapa se hace dura y las ampollas empiezan a salir, y lo primero que se te pasa por la cabeza 22km después es: ¿Quien me mandaría a mi meterme en esto? Pero ya no puedes mirar atrás, ya lo repetimos durante todo el camino "Para atrás ni para coger carrerilla". 

Podría describir cada etapa y cada momento, los últimos 8 km agónicos de Portomarín a Gonzar, las ampollas, las agujetas... pero mejor hablar de la última etapa. 

Salimos cuatro amigos de Bilbao y los últimos 4 kilometros hacia Santiago los acabamos al rededor de 40. Y es que el sufrimiento une. De repente una de esas personas que tres días antes no conocías te dice que se ha quedado en el Monte de Gozo a 4km de la catedral para llegar todos juntos. Después de 14km recorridos, cada uno a su ritmo, llegas a ese punto donde esperan Los templarios, un gran grupo de caminantes que se habían ido conociendo por el camino. Nada más llegar allí, como por arte de magia, se te pasan los dolores, puedes incluso subir una pequeña montaña corriendo, solo para sacarse una foto. Y por fin, la entrada en Santiago, se espera a los últimos rezagados y como si el destino quisiera hacer todo un poco más emotivo, una gaita comienza a sonar de fondo pocos metros antes de llegar. 

Y por fin llegas. Llegas a ese lugar que días antes veías en los carteles que estaba a más de 150km y no sabes que decir. Te abrazas con la gente de tu al rededor y no puedes dejar de mirar la catedral. Simplemente te atrapa, no hay motivos religiosos ni nada por el estilo, pero no puedes dejar de mirarla. Ya esa noche y después de una buena siesta, quedas con cerca de 40 templarios y no hay ampollas, no hay agujetas ni heridas, solo unas cervezas y muchas risas y te sientes la persona más feliz del mundo.

Ya por último llegas a Bilbao a casa y aunque te alegras de haber llegado, te da mucha pena, podrías haberte quedado meses, y sabes que hay gente que no volverás a ver pero tienes la sensación del trabajo conseguido.

Podría escribir páginas y páginas sobre este viaje, y seguro que este no es la única entrada que le dedico.
Y como decían los templarios Javi y Juan... Hay que volar.


 Salimos 5 (mis cuatro compañeros que salen en la foto y yo)


Llegamos casi 40 







miércoles, 11 de julio de 2012

La madurez infantil

Este texto va dirigido a toda esa gente que no entiende que una persona de más de 20 años pueda seguir siendo feliz jugando con juguetes o "tonterías" que están (mal)catalogadas como juegos para niños.

¿Cuantas veces nos han dicho que tenemos que madurar cuando nos divertimos con algún juguete de niños? No se si es la envidia que la gente tiene a los que no nos hace falta mucho para ser felices o que simplemente tienen vergüenza de que la gente no les vea lo suficientemente maduros. Yo lo siento, pero mientras siga pasando por un pasillo de juguetes en una tienda de "todo a cien" y siga gastándome 5 euros en unos globos para hacer formas, unos dados horteras para los coches de mis amigos, haciendo pompas de jabón o siga agachándome para comprar bolas sorpresa de esas que se colocan a la altura de los niños, seré feliz.

Creo que es importante diferenciar la inmadurez del espíritu infantil. Lo malo en el segundo caso, es precisamente no tener ese espíritu que predicaba Peter Pan, creo que cuanto más niño se sienta uno y así lo demuestre, más feliz será. Ahí reside el problema de todo esto, cuando la gente no diferencia lo uno de lo otro. Una persona inmadura, es la que no sabe aparcar esas broma y esos juegos de niños en los momentos en los que debe hacerlo. Parafraseando a un profesor de mi colegio: "La gente que no sabe distinguir momentos y lugares". Una pequeña niña de 21 años me dijo una vez que era la persona más infantil que conocía, pero también la persona más madura. Creo que es la primera vez que alguien me hace esta separación que durante años llevo predicando y eso me alegró, me alegró que por fin alguien viese la diferencia.

Algunos te dicen "tienes que crecer", otros que eres un inmaduro y otros simplemente te miran raro, pero mientras haya gente con la que pueda seguir comportándome como un gran niño, seguiré definiéndome como un "maduro infantil". Y al que no le guste, que se aparte que yo no tengo pensado cambiar


sábado, 30 de junio de 2012

No tienes que ser perfecto

Por primera vez en la corta historia de "el paripe informativo" podréis leer una entrada no escrita por mi. En este caso la entrada está escrita por un buen amigo, pero creo que representa muy bien uno de mis pensamientos y es que, hoy en día todo el mundo busca la perfección, algo que, aparte de no existir, está sobrevalorado. Os dejo con esta entrada "No tienes que ser perfecto" que podéis leer, entre otras muchas buenas entradas en: http://bedifferent2.blogspot.com.es/

"Normalmente tenemos muchas presiones por todas partes de ser perfecto, tanto de la familia, como la sociedad o los amigos. Normalmente la gente deposita expectativas en ti que espera que se cumplan para que alcances los objetivos que otra gente ha planteado para ti. Pero yo vengo a deciros que no tenéis que ser perfectos, por mucho que mucha gente tenga expectativas en nosotros u os estén mirando con lupa constrantemente.

Tenéis que saber que no tenéis que ser perfectos, simplemente ser felices con lo que hagáis. Ser vosotros mismos, por mucho que la gente espere determinadas cosas de vosotros, tenéis que hacer lo que vosotros queráis sin pensar en los demás 

Encuentra eso que te hace feliz, eso que te gusta hacer y ya esta no pienses en nada, no tienes que gustarle a nadie ni ser el objetivo de nadie, simplemente tiene que gustarte a ti. De modo que no dejes que nadie viva su vida a través de ti, eres una persona única y que deberías decidir las cosas por si misma de modo que se tu mismo.

Encuentra lo que te gusta y no hagas caso a nadie si es lo que te gusta todo ira bien. Solo tienes una vida y sería un error que la pasaras haciendo algo que no te gusta,  así que no te conformas ni sigas las reglas, busca tus propias metas.

One life, one dream.

Agur!HasTa mañana

Recomendación musical del día:


jueves, 14 de junio de 2012

EL concierto, EL viaje y EL momento que no pudieron ser

Hace mucho que no escribo pero hoy me ha ocurrido algo que me ha dado que pensar, que de un día para otro, todo puede cambiar y puede darse la vuelta a la tortilla en cuestión de segundos.

Todo comienza cuando un día hablando con unos amigos, comentas que pagarías lo que fuera por ir a ver un concierto de Chuck Berry y que, desgraciadamente, no podrás verlo porque ya es mayor y no da muchos conciertos fuera de su Saint Louis natal. Resignado te vas a dormir y al día siguiente descubres que en menos de un mes, ofrece un concierto en Le Cannet a 13 horas en tren, que pocas parecen si se comparan con la lejanía de Missouri. Propones el viaje y solamente una pequeña amante de la buena música decide acompañarte. Durante semanas preparas el viaje, mueves cielo y tierra para conseguir un par de entradas, consigues tren de ida y vuelta tras decenas de intentos y por último consigues un hotel decente en el que descansar después del gran concierto. Ya está todo preparado; entradas, alojamiento, viaje y buena compañía.

Va pasando la semana sin dejar de repetir que no hay un plan mejor. Una buena semana, que llega al miércoles, un día que, para no desentonar con el resto de semana, comienza muy bien. Sigues contando las horas para coger ese tren y a eso de las 16:30 recibes una llamada de tu madre que te dice que el concierto se ha suspendido, no hay motivos, no hay explicaciones, simplemente se ha suspendido. En ese momento, la gente solo te dice que tampoco es para tanto, que ya habrá otros... Pero no lo entienden. 

No era solamente un concierto, era EL concierto, era EL viaje y era EL momento. 
Era EL concierto soñado, el concierto del padre (ya abuelo) del Rock&Roll, el concierto de Chuck Berry, mi ídolo.

Era EL viaje, el viaje a un lugar especial, Cannes (recuerdos de aquel interrail), era el viaje con una compañía insuperable. 

Y por último era EL momento, el momento de desesterarse, el momento de pasarlo bien y no pensar y el momento de dejar atrás mis "tonterías y mierdas".

Te queda la esperanza de que todo sea una broma y cuando ves que no es así, deseas que no ocurra nada grave y que en unos meses puedas disfrutar de ese concierto y te rías de todo lo ocurrido. Seguramente muchos no entenderéis de que estoy hablando. El que quiera entender, que entienda. 

Os dejo con una actuación de este abuelo entrañable que a sus 86 años sigue emocionando a un joven de 20. 





miércoles, 25 de enero de 2012

Dos ejemplos a seguir

Esta entrada, resume un poco muchas de las ideas sobre las que os he hablado hasta ahora. No voy a escribir mucho, simplemente quiero presentaros dos historias increíbles sobre dos personas que creo que son dos ejemplos a seguir. Es muy probable que ya hayáis visto los dos vídeos pero aún así os recomiendo que los volváis a ver. Son dos historias que creo que todo el mundo debería conocer.

La primera historia la protagoniza el "equipo Hoyt" Formado por Dick y Rick Hoyt (padre e hijo). Las imágenes que aparecen en la parte final de vídeo, son las de el "ironman" del Australia que ambos corrieron. El Ironman es el triathon más exigente del mundo que consta de 3,86km de natación, 180km de bici y 42,2km corriendo:


La siguiente historia la protagoniza Nick Vujicic. Nick nación sin brazos y sin piernas pero aún así demuestra su gran valentía y su gran entereza a la hora de afrontar la vida:



Espero que con estas historias, muchos de vosotros hayáis podido daros cuenta de que esta vida no es para estar preocupado o triste, sino para intentar hacer todo lo que uno pueda y para hacer sonreír a la gente.

miércoles, 18 de enero de 2012

La admiración hacia los locos

¿Cuantas veces habéis pensado en dejarlo todo y marchar con lo puesto a Dios sabe donde? Estoy seguro que más de una y más de dos. El problema viene en la educación y en esta sociedad. En esta sociedad el que decide hacer algo distinto a estudiar una carrera para trabajar hasta los 65, 67 o los que hagan falta, es visto como un bicho raro, como alguien que no sabe nada de la vida o simplemente como un loco. Escucha frases como "esas coas solo ocurren en las películas", "la vida no es así de sencilla" o "eres un soñador".

Luego, en silencio, todos admiramos a esa gente que ha sido capaz de alejarse del ruido de la ciudad y de hacer un viaje solo y con lo puesto. El problema es que esto está mal visto y no puedes decir en alto que te gustaría parecerte a esa persona, es más correcto decir que "se volvió loco" o que "no sabe lo que hace". Lo que ocurre es que nos molesta y nos incomoda no tener la valentía para romper con todo.

Cuando eres más joven y realmente no sabes anda de lo que comúnmente se llama "la vida" un día piensas en que estaría "muy guapo" coger una furgoneta, un tren o un autobús y marcharte con tres colegas a vivir la vida. Enseguida, con la universidad y el mundo laboral, esa idea deja de pasar por tu cabeza como si alguien hubiera entrado en tu mente y la hubiera arrancado de cuajo. Pero un verano haces un viaje con seis amigos, un viaje en el que solo llevas una mochila y un billete de tren, un viaje en el que tampoco hay mucho preparado y vas improvisando sobre la marcha. Hay momentos duros, hay días que llegas a un pueblo después de 15 horas de viaje en un tren de mala muerte, habiendo dormido muy poco, no tienes ni idea de donde vas a dormir, no conoces el idioma y tres horas después te relajas en una playa después de muchos días y se te pasan todos los males. En casa, cuando vuelves a la monotonía, es cuando recuerdas esos momentos, los momentos de ir en un tren con el sonido de una armónica de fondo, como en aquellas películas, y vuelve ese pensamiento a tu cabeza "Que guapo estuvo".

Pasa el tiempo, y sigue en tu mente la idea de hacer muchos viajes parecidos, aunque con otra gente, a otros lugares y de otra forma, pero con algo más de experiencia. Con la vuelta a "la vida real", desafortunadamente empiezas a olvidarte de esos planes. Hasta que un día conoces a alguien que comparte esas mismas ideas, que la ciudad le viene pequeña, que no quiere quedarse hasta los 65 en su casa, en su trabajo monótono y señalando a una persona diciendo "este no sabe nada de la vida". Hablas con esa persona y piensas, ¿por que no?, ¿porque no salir fuera a conocer mundo?

No nos engañemos, no quiero decir que no haya que sacarse una carrera para encontrar un buen trabajo, pero se puede llevar de distintas formas. Esta sociedad ha conseguido que a base de decir que esta es la vida que hay que vivir, acabe siendo la vida que todos buscan sin realmente desearla. 

Yo personalmente prefiero seguir soñando con los pies en la tierra y esperar que un día este pensamiento cambie. Prefiero que digan que me volví loco a realmente estarlo por vivir en un mundo en el que desde pequeño te imponen una forma de pensar, de ser y de vivir la que pretende ser "tu vida". Espero poder ser uno de esos hombres a los que la gente envidia por haber hecho lo que quiero aunque en voz alta digan que me volví loco.

A todo aquel al que le falte un pequeño empujón para hacer lo que realmente quiere, tengo que recomendarle la película "Hacia rutas salvajes", aquí os dejo el trailer:


sábado, 24 de diciembre de 2011

Reflexión un extraño año


Ya se acaba. Llegamos al final del año 2011, un año raro, tanto en lo personal como a nivel internacional. Nunca he entendido muy bien porqué tiene tanta importancia esto de el fin de año, pero no se puede negar que cuando llegan estas fechas todos, y digo todos, hacemos un repaso al año que dejamos atrás. ¿Ha sido mejor o peor que el anterior? ¿Qué nos espera para este año que viene?

A nivel internacional, las cosas han sido muy raras, la derecha arrasó en toda Europa, las movilizaciones del 15-M que tanto tiempo se llevaban esperando, la primavera Árabe, el terremoto de Japón, Fukushima, las elecciones en España, el rescate de Grecia, la muerte de Osama Bin Laden, los disturbios en Londres, Los neutrinos superan la velocidad de la luz, el fin de ETA, nace el habitante 7 mil millones de la tierra, la muerte de KimYong-Il, y un largo etcétera. Este ha sido, cuanto menos, un año movidito, Hemos vivido un año con tantos acontecimientos históricos que ya casi nadie los recuerda o no les da importancia.

En lo personal, un año especial. Ya finalizó el primer año de universidad, en el que tuve la suerte de conocer a los PEPUCO 02, grandes todos ellos, cada uno peor que el anterior. Descubrí que la universidad no es tan mala como la pintaban en bachiller. Un gran amigo me preguntaba el otro día ¿Se puede decir que la universidad ha cambiado tu vida a mejor? Ni dos segundos tardé "Sí, sin duda". Después llegó el verano. El mejor de mi vida. En primer lugar, el interrail, una de las mejores por no decir la mejor experiencia de mi vida. 23 días increíbles que me enseñaron a disfrutar mucho más de la vida y a convivir y que me dieron unas ganas de hacer cosas y de moverme que hasta entonces no tenía. Por último, empezar segundo, con una clase que, poco tiene que envidiar a la anterior y comenzar a aprender más del gremio, a veces poco comprendido, de los publicistas.

La gente que tiene un buen año suele decir que no quiere que este acabé, sin embargo yo creo lo contrario. Cuanto antes acabe este año, menos posibilidades hay de estropearlo y de que no ea el mejor de mis 19 años de existencia. Tengo muchas ganas de ver que retos me esperan ahora ¿Podré superar el año anterior? De momento, no pinta mal. Espero que todo lo planeado salga bien.

Pues nada, para acabar felicitar la nochebuena, la navidad, la nochevieja, añonuevo y todas esas fiesta que vienen ahora recubiertas de abundante comida y grandes dosis de alcohol.