martes, 8 de noviembre de 2011

Cuando la realidad supera la ficción


¿Cuántas veces hemos visto en las noticias algo que hemos creído que no era verdad?  Hay veces que simplemente no creemos que a nadie le puedan pasar. Otras veces pensamos que esas cosas solo ocurren en las películas o en lugares lejos de nuestro entorno. Pero llega un día en el que esas cosas “de película” le ocurren a un amigo tuyo (o a ti mismo), ese día las cosas cambian.

Cuando esa persona te cuenta ciertas cosas que jamás pensaste que podrían ocurrir empiezas a creerte todo lo que pasa e incluso a tener algo de miedo. Tengo que reconocer que yo siempre he sido de los que decía eso de “eso no me va a pasar a mí, está claro” (creo que no soy el único).

Cuando a un amigo le ocurre alguna de esas cosas son varias las etapas que pasas (supongo que las misma que las suyas pero en menor medida). Primero simplemente no piensas nada, no sabes cómo reaccionar, te quedas blanco, no hay reacción. Justo después tienes un momento en el que crees que es broma lo que te cuentan, es mentira, “no me lo creo”. Cuando ya lo asimilas te pones en su lugar e intentas entender lo que piensa (pocas veces se le llega a entender al 100%). Más tarde intentas ayudar en lo que sea. Y por último te paras a reflexionar sobre lo que antes he comentado y piensas “eso me puede pasar a mí”.

No sé, hay sensaciones que no se pueden explicar, hay muchos tipos de miedos pero este es uno de los peores, o por lo menos a mí me lo parece, el miedo  a la inseguridad. Creo que el pensamiento de que nada malo nos puede pasar, lo tenemos simplemente  con el único fin de “autoengañarnos” y sentirnos seguros con nuestra vida. ¿Qué pasa cuando este pensamiento desaparece? Entonces te paras a pensar en que todo es posible, tanto para lo bueno como para lo malo. Al principio está claro que piensas en todo lo malo que puede pasar y que nunca pensaste y realmente te entra el miedo. Pero luego (por lo menos en mi caso) piensas ¿Y todo lo bueno que nunca pensé que podía pasar? Aunque pocas veces eres capaz de pensar más cosas positivas que negativas por ese temor que te entra. No digo que lo empieces a pensar para siempre, simplemente que te paras a pensar durante un tiempo en ello.

Tengo que reconocer que no sé muy bien cómo acabar esta reflexión. Simplemente decir que (aunque no creo que lo leas) mucha suerte y mucho ánimo amigo.

3 comentarios:

  1. Es que si estás todo el rato pensando que te va a pasar algo malo vas a vivir agobiado y aterrado de por vida. Es como tener siempre en la cabeza que un día vas a morir. Lo mejor es preocuparse por las cosas más factibles y dejar el resto para el gozo y el disfrute :)

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  2. Ya pero está claro que hay en momento puntuales que no puedes evitarlo. No digo que pienses todo el rato en eso, si no que en ese momento piensas:
    Ostia, que la vida no es de color de rosas, que las cosas de película también pasan. De todas formas voy a matizar eso para que se vea que no es que lo pienses para siempre sino que es puntual.

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