domingo, 16 de octubre de 2011

The Show must go on


Es un tema que a mí que había que tratarlo sí o sí.

Me cuesta saber por dónde empezar. Antes de nada hay que decir que la televisión es espectáculo y que obviamente vive de la audiencia. Lo importante en este caso es definir qué tipo de espectáculo se va a dar.
Otro de los temas más importantes es la ética, hasta donde se puede llegar por conseguir más audiencia que el rival. 

En principio la gente piensa que simplemente es una cosa de cadenas, hay cadenas que siempre han dado la llamada “telebasura” y otras que prefieren no hacerlo. Telecinco, es una de esas cadenas de las que más podría hablar pero hay que decir que no siempre ha sido así.
Hace años se podía ver en Telecinco actuaciones como Rosendo con Platero y tú:


Sin embargo lo más parecido que se puede ver ahora es esto:


Parece que únicamente hablamos de música, pero esto representa bien el cambio de la cadena.

Pero bueno. No arrojemos toda la mierda sobre la cadena. No os voy a engañar, es una cadena la cual aborrezco ahora mismo pero la culpa no es solo suya. Las audiencias paranormales que tiene no es más que culpa de la gente que lo ve y que, por mucho que queramos negarlo no son los 4 gatos que solemos decir.

Como ya he dicho antes, la ética es muy importante. No solamente el comportamiento con el público sino ser fiel con lo que uno piensa. Sálvame es un programa que tiene actualmente una media de 1.868.000 espectadores, la pregunta es: ¿Cuánto tiene que caer la audiencia para que Jorge Javier se vaya? Tiene que bajar hasta límites insospechados y aun sintiéndose incomodo, se irá cuando le echen, esa es su mentalidad.

En el otro lado de la balanza está Andreu Buenafuente. Cuando el programa Buenafuente llegó a la Sexta tenía 544.000 espectadores y se fue con 638.000. La diferencia es que Andreu Buenafuente se fue porque ya se “aburría” de la monotonia. Pensó que estar allí incomodo no era lo que él quería aun habiendo aumentado la audiencia en casi 100.000 espectadores en 2 años.

Podría hablar mucho y mucho sobre la tele, ya que es un tema que puede conmigo pero solo quería dar algún ejemplo de la diferencia entre los programas y presentadores que trabajan POR la audiencia y los que trabajar PARA la audiencia. Para acabar me gustaría que vierais la reflexión de Andreu Buenafuente en su último programa. Creo que no hay nada más que añadir.

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